lunes, 17 de septiembre de 2012

Mis lágrimas están hartas de recorrer mis ojos. Día tras día. Hora tras hora. Mi sonrisa ya no es la misma que hace unos años. Es distinta. Está cansada de fingir. De fingir que debe sonreír por alguna razón. El problema esque no hay ninguna razón por la que hacerlo. Estoy harta. Harta de todo esto, de todo lo que me rodea, de toda mi vida. Siempre es lo mismo. Y llega un momento en el que ya cansa. Estar esperando tanto tiempo a que pase algo por lo que encontrarle razón a todo esto, y que nunca llegue. No quiero llorar más. No quiero fingir más. No quiero seguir así. Quiero volver al pasado, supongo que estaba mucho mejor allí, nunca debería haberme ido de aquellos tiempos. Nunca imaginé que iba a pasarme esto. ¿El problema de todo esto, cuál es? La rutina. La rutina es lo que nos mata día a día sin que nos demos cuenta. Tengo tantas cosas a mi alrededor que no me doy cuenta de que todo es monotonía. Tengo tanto peso encima, tantos problemas arrastrando que no puedo más. En realidad no sé cuando es el tope. No sé si llegará en algún momento. Por ahora lo único que tiene que pasar es esfumarse toda esta maldita rutina que cada día pesa más y más. Y mis hombros ya no pueden más, necesitan dejar todo esto a un lado, tirarlo de una vez por todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario