miércoles, 12 de septiembre de 2012

El tiempo pasa. El tiempo va pasando y nunca se va a detener. Nosotros vamos evolucionando poco a poco. Quizás no lo notemos, pero lo hacemos. Y todo lo de nuestro alrededor también. Cada uno escoge su camino. No sabemos si elegimos el correcto o no, no sabemos nada aún. Puede que dentro de un tiempo nos arrepintamos, pero todavía no lo podemos saber. Mi memoria, mi memoria infinita, que recuerda tantos momentos vividos, tantos secretos, tantos sueños, tantos misterios por descubrir. Cada recuerdo guarda en sí miles de millones de historias. ¿Qué es esto sinceramente? ¿Un sueño o una realidad? A veces me planteo esta duda. Gente, gente hay mucha a mi alrededor. Demasiada, diría yo. Por todos lados. ¿Quiénes son los que verdaderamente merecen la pena? No lo sé. Las personas con el tiempo cambian, todo cambia. El mundo cambia. Puede que algo que antes era para tí parte de tu vida, que no podrías vivir sin eso, y ahora en realidad no es nada. Ha pasado a segundo plano. Cada vez estamos más lejos de esa persona que antes era parte de nuestra vida. Cada vez se aleja más y más. Me pregunto si después de un tiempo retrocederá y volverá a mi lado. No lo sé. No sé nada. Yo no soy nadie comparada con toda la gente que me rodea. Estoy aquí esperando a que el tiempo decida lo que sea mejor para mí. Confío en él, o al menos es lo único que puedo hacer de momento. Hasta que por fin pueda decir "Lo he conseguido".

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