viernes, 21 de septiembre de 2012
Nadie.
¿De verdad crees que me importa? Yo no necesito a nadie. Y menos a tí. Y como tú, a todos los que te rodean. La mayoría de la gente sólo busca una cosa. El interés. Viven por y para el interés. Y no les importa nada más. Por eso ya he dicho que me da igual, que no espero nada de nadie, y nunca lo haré. Que tarde o temprano acabarán fallándote. Por eso estoy mejor así, sola, viviendo el momento. Sin nadie que me diga como y de qué manera lo tengo que hacer. Puede que de mil personas sólo merezcan la pena dos. O una. O ninguna. Quien sabe, ojalá antes de conocer a las personas hubiera algo que nos dijera si merece la pena o no, si vas a llorar por esa persona o no, si de verdad es un amigo, o en cambio, va a acabar siendo tu peor enemigo. Es extraño, porque cualquier mínima decisión, puede cambiar de repente todas las cosas que te rodean. La decisión de saludar a alguien o no. Si lo saludas, quizás, con el paso del tiempo acabe siendo tu mejor amigo. O por lo contrario, si decides no hacerlo, quizás nunca lo conozcas. Y la vida es así. Está hecha de mínimas decisiones que tomamos sin importancia al momento, pero con el paso del tiempo acaban teniendo gran importancia. Por eso no quiero pensar en toda la gente que me rodea, ni en que dirán de mi. Ni si caigo bien, o caigo mal. Lo que me importa es que me acepten como soy. Soy así. Soy yo. Y a quien no le guste, ahí tiene la puerta.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Mis párpados pesan cada vez más. Mi corazón cada vez va más lento, ya no me guía, ya no quiere ser mi amigo. Se ha cansado de toda esta mierda. ¿Cuentos de hadas? Eso solo son mentiras. Mentiras, mentiras y más mentiras. No existen. Llevo arrastrando ya demasiadas cosas desde hace mucho tiempo. Cada vez son más. Pero el silencio me puede. El silencio es más grande que cualquier palabra. Mi mente grita por dentro. Está histérica, nerviosa. Nadie la escucha. Por más que grita nadie la escucha. Se desgasta la voz a gritos. La angustia me rodea cada vez más. Cada vez se acerca más a mi. Le digo que se vaya, pero no se va. Y el amor cada vez está más lejos. Apenas lo veo. A mi amor, mi amor que siempre existió pero nunca estuvo presente. No sé si el mundo está al revés o si soy yo la que está cabeza abajo. Si soy compatible con todo esto que me rodea. No lo sé. No sé nada. Me paso la vida esperando algo que nunca llegará. Esperando a que todo pase, pero nunca pasa. Esperando a que vuelvas, y que no lo hagas. Son muchas cosas ya. Demasiada angustia. Angustia por todos lados. Cada vez se hace más grande. Pero nada la puede parar. Sólo una persona. Una persona que ya no está y que supongo que jamás volverá. O puede que sí. Duda. Duda tras duda. Lágrima tras lágrima que acaban formando un río interminable. Un río que desemboca en... nada.
Mis lágrimas están hartas de recorrer mis ojos. Día tras día. Hora tras hora. Mi sonrisa ya no es la misma que hace unos años. Es distinta. Está cansada de fingir. De fingir que debe sonreír por alguna razón. El problema esque no hay ninguna razón por la que hacerlo. Estoy harta. Harta de todo esto, de todo lo que me rodea, de toda mi vida. Siempre es lo mismo. Y llega un momento en el que ya cansa. Estar esperando tanto tiempo a que pase algo por lo que encontrarle razón a todo esto, y que nunca llegue. No quiero llorar más. No quiero fingir más. No quiero seguir así. Quiero volver al pasado, supongo que estaba mucho mejor allí, nunca debería haberme ido de aquellos tiempos. Nunca imaginé que iba a pasarme esto. ¿El problema de todo esto, cuál es? La rutina. La rutina es lo que nos mata día a día sin que nos demos cuenta. Tengo tantas cosas a mi alrededor que no me doy cuenta de que todo es monotonía. Tengo tanto peso encima, tantos problemas arrastrando que no puedo más. En realidad no sé cuando es el tope. No sé si llegará en algún momento. Por ahora lo único que tiene que pasar es esfumarse toda esta maldita rutina que cada día pesa más y más. Y mis hombros ya no pueden más, necesitan dejar todo esto a un lado, tirarlo de una vez por todas.
Posdata, te quiero.
Tarde. Sé que es tarde. Demasiado tarde para decidir. Ni siquiera sé que hago aquí. Cada día intento encontrar miles de razones por las que debería continuar, seguir adelante. ¿Y tú? ¿Y yo? ¿Qué se supone que debo de hacer ahora? El tiempo ha pasado, sí, suelen decir eso de que el tiempo pasa y nunca se detiene. Es verdad. Pero lo que sí es verdad esque jamás nos damos cuenta en el momento adecuado de lo que tenemos. Nunca valoramos a tiempo. Pero, ¿Cuál es el momento adecuado? No lo sé. Ahora ya no estás. Tú no estás, y parte de mi vida tampoco. Se ha ido, se ha esfumado. El ritmo de la vida sigue igual, todo sigue igual, como siempre. Nada ha cambiado. Sólo una cosa. Yo. Ahora vivo de recuerdos, me alimento de recuerdos, de pensamientos hacia a ti. Día y noche. Una tras otra. Tú, tú y tú. Pero, ¿por qué? Ni siquiera sé la respuesta a todo esto. ¿El destino? ¿Casualidad? Creo que las casualidades no existen. Creo que todo pasa por algo, por alguna razón. Que nuestros caminos se tendrían que haber juntado tarde o temprano. No sé si para juntarse o separarse. Pero si para cruzarse. Ni siquiera sé si esto ha terminado. Sólo hay una manera de saberlo, de acabar con todo esto, de tener una solución. El tiempo, que pase el tiempo. El tiempo decidirá lo que nos espera a cada uno. Si debemos compartir nuestro destino una vez más, o como ya he dicho, es demasiado tarde.
Aquel verano.
Vuelta a lo de siempre. La misma rutina. Las mismas personas. Las mismas paredes. La misma vida que hace tres meses atrás. Sí, otro año más. El tiempo va pasando. Y cuando parece que todo empieza en realidad acaba. Todo acaba. Todo empieza. El tiempo jamás se detiene. Parece que fue ayer cuando empezaban las vacaciones de verano. Y hoy se acaban, hoy se acaban y vuelve a empezar la rutina. El levantarse por la mañana. Lo de malgastar miles de horas estudiando. Supongo que así es la vida. ¿Y qué ha sido del verano? El verano quedó en el aire. Sí, otro verano más para recordar. Al cajón de los recuerdos. Otro verano gastado. Uno menos. ¿Y cómo ha ido? Supongo que ha ido bien. Podría haber ido mejor, pero también podría haber ido peor. No ha sido un verano aburrido. Al fin y al cabo, ningún verano es aburrido, o al menos eso creo. Eso de levantarse por las mañanas a la hora que te apetezca, abrir la persiana y ver el Sol. El gran Sol que te saluda todos los días. Y playa, agua, olas, arena, risas, diversión, felicidad. Sí, creo que esa es la palabra adecuada para definir el verano. Felicidad.
viernes, 14 de septiembre de 2012
Tonight we are young.
Hoy. Como dice la canción, "Tonight we are young". Esta noche somos jóvenes. Esa frase está llena de vida, de alegría, de verdades. Esta noche lo somos. Lo único que quiero hacer hoy es pasármelo bien, mi único objetivo. Dejar atrás los problemas y todo lo que me rodea, aunque sólo sea por hoy. Ponerme guapa, o al menos intentarlo. O mejor aún, sentirme bien conmigo misma. Creo que es lo fundamental. Y bailar, y bailar mucho. Hasta que se me gasten los pies. Y reír, reír hasta que se me agote la risa. Y gritar, hasta quedarme sin voz. Sí, porque hoy es uno de esos días que no se olvidan. Sé que las mejores cosas son las que pasan por casualidad, o eso es lo que creo yo. Y siempre lo creeré. Pero también creo que hoy va a ser una noche para recordar. Así que como ya he dicho, hoy, a pasárselo bien no, lo siguiente. Que la vida son dos días y vamos por el primero.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
¿Por qué tú? No lo entiendo. No entiendo por qué has tenido que ser tú y no otro. La verdad esque no sé todavía lo que he visto en tí. ¿Físicamente? No lo sé. ¿Sentimentalmente? Tampoco. A veces las personas aparecen en tu vida de un día para otro. Y cuando te das cuenta de que le necesitas, ya no puedes hacer nada para evitarlo. Nada. Es tarde. ¿Y ahora? ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Depender de ti para siempre? ¿Esperarte o dejar que te vayas? ¿Y si me equivoco? ¿Y si estoy esperándote un determinado tiempo y al final no sirve para nada? Bueno sí, sirve para ahogarte en tus propias lágrimas día sí y día también. Para darte cuenta de que lo has hecho mal y de que te has equivocado. ¿Pero si por lo contrario hago bien? ¿Cómo se sabe cuando debes amar a alguien y cuando no? El amor no viene con instrucciones. La felicidad o la tristeza sólo depende de esa persona. Creo que el amor es como la suerte. Llega en el momento en el que te has olvidado de que la tenías.
No espero que me entiendan. No espero que lo haga nadie. Con que lo haga yo, me sirve. Es suficiente. Pero a veces ni siquiera lo hago. No puedo. Es difícil. Hay veces que los problemas se apoderan de mí, por muy pequños o estúpidos que parezcan. Depende con que se comparen. A veces me siento como si estuviera en un vaso de agua. El vaso cada vez se hace más pequeño, y a su vez el agua más inmensa. Me ahogo. Intento salir, pero no puedo. Y estoy así durante un tiempo, a veces días, otras veces meses. A veces incluso minutos. Es increíble lo que podemos cambiar de un momento a otro. No sé si lo hacemos por nosotros mismos, o en cambio los que nos ayudan son los que están a nuestro alrededor. ¿De quién depende exactamente la felicidad de una persona? La verdad esque me gustaría que dependiese de mi misma, y que nadie se apodere de mi felicidad. No sería justo. Es mi vida. Quiero ser la dueña. Pero a veces hay personas que llegan de repente y se interponen en tu camino. No te dejan pasar. Intentas avanzar pero está ahí, impidiéndote el paso. No puedes hacer nada. Odio que pase esto. No quiero. No quiero que se interponga nadie en mi camino. Quiero llegar al final yo sola, sin nadie.
El tiempo pasa. El tiempo va pasando y nunca se va a detener. Nosotros vamos evolucionando poco a poco. Quizás no lo notemos, pero lo hacemos. Y todo lo de nuestro alrededor también. Cada uno escoge su camino. No sabemos si elegimos el correcto o no, no sabemos nada aún. Puede que dentro de un tiempo nos arrepintamos, pero todavía no lo podemos saber. Mi memoria, mi memoria infinita, que recuerda tantos momentos vividos, tantos secretos, tantos sueños, tantos misterios por descubrir. Cada recuerdo guarda en sí miles de millones de historias. ¿Qué es esto sinceramente? ¿Un sueño o una realidad? A veces me planteo esta duda. Gente, gente hay mucha a mi alrededor. Demasiada, diría yo. Por todos lados. ¿Quiénes son los que verdaderamente merecen la pena? No lo sé. Las personas con el tiempo cambian, todo cambia. El mundo cambia. Puede que algo que antes era para tí parte de tu vida, que no podrías vivir sin eso, y ahora en realidad no es nada. Ha pasado a segundo plano. Cada vez estamos más lejos de esa persona que antes era parte de nuestra vida. Cada vez se aleja más y más. Me pregunto si después de un tiempo retrocederá y volverá a mi lado. No lo sé. No sé nada. Yo no soy nadie comparada con toda la gente que me rodea. Estoy aquí esperando a que el tiempo decida lo que sea mejor para mí. Confío en él, o al menos es lo único que puedo hacer de momento. Hasta que por fin pueda decir "Lo he conseguido".
Nunca dejes de hacerlo.
No
dejes de pronunciar su nombre si es lo que quieres, no dejes que nadie
te lo impida. No dejes que nadie te controle, que te haga pensar si vale
la pena. Grita alto, grita muy alto. Hazle un pulso al miedo, da igual
si pierdes, intentalo. No te lamentes por lo qué pasó y por lo que no
llegó a pasar. No te preguntes más un "¿por qué?". Todos nos pasamos el
día pensando en el pasado, o en que será del futuro. ¿Y el presente?
Deja de comerte la cabeza y sé feliz. Encuentra una razón para estarlo.
"Miro
tus ojos, se me escapa el mundo". Podría empezar así. Podría seguir con
"Venga, quédate un poco más" Solo hasta que pase la tormenta... Antes
de que sea demasiado tarde. Antes de que esto empiece a sonar a
necesidad. Como aquel imbécil que todavía piensa que los sueños se hacen
realidad. Como todas las canciones que muchos jamás entenderán. Como
las miles, millones de miradas que nadie captará. Como todos los gritos
que nadie consigue oír. Como tus tres encantos. Como una vida hecha a mi
medida, que se encuentra con una puta piedra. Esa piedra eres tú. No
consigo apartarla del camino. Me quedo ahí. No avanzo hacia delante. Me
mantengo donde quieres (por definición, donde quiero) porque donde tú
quieres yo quiero. Porque me quedo aquí. Me quedo aquí parada. No puedo.
Tarde.
Y esque llega un momento que da todo igual, no queda otra cosa que
acostumbrarse a todo esto. Al principio todo es bonito, todo es de
color, pero con el tiempo ese color se acaba borrando poco a poco hasta quedar
en un maldito blanco y negro. Y entonces darías cualquier cosa, cualquiera por que
volvieran aquellos tiempos, el pasado que no valoraste y que ahora ya no lo
tienes. Ahora lo único que queda, lo único que puedes hacer, es rezar por que
vuelva y esperar a que sea todo como antes. Pero es demasiado tarde.
Y se va, como todo se va.
En algún momento te darás cuenta de que hay personas que permanecerán siempre en tu corazón, pero no en tu vida.
Tú dices que amas.
"Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve.
Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla.
Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla.
Por eso tengo miedo, cuando dices que me amas".
"Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán
perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace
pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir
y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando
en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que
podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más
de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita
cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser
cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero
siempre habrá una chica que es perfecta para ti".
No puedo.
"Porque no quería enamorarme, todo el mundo quiere
enamorarse, pero yo no. Porque terminan dejándome y haciéndome daño, y porque no
he tenido suerte, no sé, tampoco tenía pinta de tenerla contigo. Así que cuando
empezaste a gustarme, el típico tío que va de flor en flor, yo me puse una
coraza y me embadurné de grasa para que todo me resbalase, pero contigo no
puedo."
El camino acaba desapareciendo.
Siempre hay un momento en el que el camino se bifurca, cada
uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a
unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña, no pasa
nada, estamos hechos el uno para el otro. Pero al final solo ocurre una
cosa, llega el puto invierno.
Ya no estaré allí.
Jugaste tanto conmigo y llegué a quererte tanto, que me
cuesta creer que todo esto sea verdad. Solo me utilizaste para no estar solo,
yo estuve siempre junto a ti como una tonta, te di tantas cosas.. y me quedé sin
nada. Al final resultó verdad todo lo que un día le tuve miedo. Tenía miedo de
perderte, de que te alejaras de mi. Decías que no, pero cambiaron tanto las cosas... Me
siento como una estúpida desde aquél día. Te lo di todo y me quedé sola con las
manos vacías. Dime, ¿Qué perdías junto a mí? ¿Por qué te fuiste de mi lado si junto
a mi tu volviste a sonreír?
¿Qué no podías vivir sin mi? Eso quedó en el aire. Pasaste de ser todo en mi vida
a no ser nadie.Ya no me importa lo que digas, me juraste tantas cosas que
resultaron mentira. Me utilizaste, te equivocaste tanto conmigo, todavía no sé
por qué me porté tan bien contigo, dijiste que era para siempre pero hoy ya no
estás.Y pensar que yo por ti me convertí en quien soy. Encontraré a alguien que
si me sepa valorar. Me juraste tantas verdades y yo creyéndote. Si algún día
quieres volver yo ya no estaré esperándote.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)