miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿De qué sirve?

La gente dice que soy borde. Que soy fría. Que soy distante. He aprendido a ser así. O más bien, la vida me ha enseñado. Me ha enseñado en valorar a las personas. Y a saber distinguir las que merecen la pena de las que no.También me gusta llamar a las personas bordes "no falsas". Sí, es un bonito nombre. Me gusta la gente así. La gente "no falsa". La gente a la que no le importa lo que digan los demás sobre ella. Porque esa persona es así. Y punto. En cambio, hay demasiada gente fingiendo, todo el rato. Pensamos que es lo mejor. Y cada vez más. La verdad esque pienso que no tiene sentido fingir que sientes algo cuando en realidad no. ¿De qué sirve? ¿De qué sirve reír si en realidad no te hace gracia? ¿De qué sirve sonreír si en realidad estás triste? ¿De qué sirve fingir que estás contento si en realidad por dentro estás llorando? ¿Acaso es un pecado? ¿De qué sirve decir "te quiero" a una persona que en realidad es una más para ti? ¿De qué sirve abrazar a alguien si todo es falso? ¿Si en realidad, no estás sintiendo ese abrazo? Pienso que hay cosas en esta vida que no se deberían fingir, que salen cuando salen, y eso las hace especiales. Eso las hace únicas. Por eso me gusta la gente que dice la verdad. Que cuando está enfadado grita. Que cuando algo no le hace gracia, no se ríe. Porque sencillamente no le parece gracioso. Que cuando está triste llora. Que cuando está contento ríe. Que cuando está enamorado ama. Me gusta la gente así, aquella que se muestra tal y como es, con sus defectos y sus virtudes. Eso las hace especiales. Ser perfecto no es lo mismo que fingir serlo.

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