viernes, 5 de julio de 2013

Nadie debería saberlo.

Yo soy aquella típica chica que se pasa la vida imaginando cosas que nunca pasarán. Aquella que vive con música de fondo en sus oídos. Aquella que muchas veces no se muestra como en realidad es, sólo con las personas de confianza. Aquella que llora casi todos los días, por no decir todos, debido a su sensibilidad. Aquella que cuando ríe, ríe de verdad. Aquella que le da vergüenza hablar en público. Aquella que cuando aparece un comentario inesperado y fuera de lugar sobre su persona, se pone colorada. Aquella que tiene mal humor por las mañanas, y se va calmando a lo largo del día. Aquella que no le gusta el café. Aquella que le gusta fotografiar cosas y verlas después de un tiempo. Aquella que ha soñado desde pequeña ser actriz. Aquella que es una torpe, y que haga lo que haga, le saldrá todo mal. Aquella que no se valora y que cree que todo el mundo es mejor que ella. Aquella que no se le da muy bien estudiar, y que envidia a muchas de sus amigas. Aquella que se enamora a lo loco sin razón. Aquella que le gusta el sol y pasarse miles de horas tumbada debajo de sus rayos. Aquella que lo hace todo en el último momento. Aquella que cuando realmente quiere algo, hace todo lo que está en sus manos para conseguirlo, aunque luego le salga mal. Aunque no sea el momento ni el lugar. Aquella que no es capaz de disimular las cosas. Aquella que cuando tiene un problema, no se lo suele contar a nadie. Aquella que le coge cariño muy rápido a las personas. Aquella que siempre ha soñado con viajar por todo el mundo. Aquella a la que no se le da bien el idioma francés, pero que ama el inglés. Aquella a la que le encanta el chocolate (Milka, en especial). Aquella a la que lo único que le calma cuando está mal consigo misma, es la música. Aquella a la que nunca le ha gustado el olor a cloro. Aquella que cuando lee un libro, la mayoría de las veces lo lee como si ella fuese la protagonista. Aquella a la que le encanta el olor a gasolina quemada, o el olor a coco. Aquella  a la que le gusta fijarse en cosas que nadie se fija. Aquella que siempre ha sido más de estudiar que de entender. Aquella que casi siempre va de Martens. Aquella que le gusta lo que no tiene nadie. Aquella que lo hace todo al revés. Aquella que a pesar de todo, sigue siendo ella.

Encantada de conocerte. (Y de olvidarte también).

Me ha fallado a lo largo de mi vida tanta gente, que ya perdí la cuenta. Tampoco es que sea nada importante, tampoco me afecta tanto, porque la mayoría no son más que personas que se han tropezado conmigo a lo largo de su camino. Pero algunos de ellos, eran bastante importantes para mí. No hay peor sensación que darte cuenta de que para aquella persona que creías que tú eras única, al final seas "otra más del montón" entre toda la gente que haya conocido.
Por eso, me cuesta confiar en la gente. Me cuesta basar mi confianza en una persona en especial, porque tengo miedo de que acabe traicionándome, o que sencillamente ésta no me aprecie tanto como yo a ella.
Estoy harta de gritarle "te quiero" a todo el universo. A valorar mucho más a las personas de lo que en realidad son. Creo que es uno de mis defectos, cogerle cariño a las personas demasiado rápido, o simplemente, cogerles cariño, sin más. Mucha gente que he conocido en mi vida, no la he vuelto a ver.
Soy imbécil pensando que en algún momento, quizás, nos volveríamos a encontrar, porque ellos harían todo lo posible por volverme a ver. Y una mierda. Así, de claro. Yo, probablemente, haría todo lo que esté en mis manos para volver a ver a muchas personas que han quedado atrás. Pero uno de mis grandes errores es no preguntarme si ellos quieren verme a mí. Probablemente quieran hacerlo, pero tampoco es que se maten por conseguirlo. Es como cuando una persona ve a otra que no veía desde hace mucho tiempo y le dice "Tenemos que quedar un día y hablar más tiempo" y la otra le contesta, "Claro, ¡cuando quieras!". Pero al final todo es mentira, esas dos personas no se vuelven a ver más, no se llaman. Y si vuelven a encontrarse probablemente sea por casualidad. En esta vida muy pocas personas, un número muy reducido, casi único, te dirá "tengo ganas de verte" y realmente sentirá esa frase. La dirá concorde a lo que de verdad siente.
Muchas personas, durante un tiempo muestran todo su afecto hacia tí, te dicen que eres genial, que eres única, que eres especial. Y una mierda.
Después de unas semanas, o quizás con suerte, unos meses, esas palabras habrán desaparecido. Y sólo serás "una más". Sí, eso.
Y probablemente no volveréis a hablar, conocerá a otra persona mejor, y le dirá lo mismo que a tí. Y cuando se canse de ella, irá a otra. Y así.
Porque en eso se basa la vida, ¿no? En conocer y olvidar personas sucesivamente. Puede que algunas de ellas queden en nuestra memoria, y nos hubiera gustado continuar a su lado, pero por cualquier razón ahora esa relación está muerta, estancada. Y da igual lo que hagas, que será imposible que siga avanzando.
Por eso, es muy importante que valores a las personas por lo que son, y no por lo que quieras que sean. . Porque luego acabas llevándote decepciones. Valora a las personas por lo que te demuestren, y no sólo durante un determinado tiempo, porque eso es muy fácil. Prometer muchas cosas y darlo todo por una persona sólo por un determinado tiempo, eso no es amor, ni es amistad, ni es nada. Una persona a la que realmente le importas, lo dará todo por ti en toda tu vida. Y esa es la gente que realmente merece la pena. La gente que cuando no hacen más que entrar y salir personas de tu vida, están ahí pase lo que pase. Y no te engañan diciendo "te llamaré" o "me gustaría volver a verte en otro momento", o "me encanta hablar contigo". Eso solo son frases que te hacen quedar bien.

"Para llegar ahí, primero tienes que hacer esto".

La sensación de que todo te sale mal. De que eres inútil. De que hagas lo que hagas, saldrá mal. De mirar a tu alrededor y ver que todo el mundo tiene razones para ser feliz, que a ellos todo le sale bien, y que siempre tienen a su lado a alguien que les quiere. Puede que yo también tenga a alguien que me quiere, de mi familia, pero tampoco es que lo demuestren mucho.
Últimamente noto que todo lo que hago me sale mal, en relidad siempre he sido torpe desde pequeña. Y también despistada, bastante. Pero no sé, no me refiero solo a las acciones materiales, sino a todo en general.
A veces me pongo a pensar en mi futuro, en cómo acabaré.
Estoy harta de escuchar la maldita frase "Para llegar ahí, primero tienes que hacer esto".
Quizás acabe detrás de un mostrador, o en un escenario, quién sabe. La verdad es que es uno de mis sueños, pero también es cierto que está mucho más lejos de todas mis posibilidades. Porque aquí el principal organizador de todo, del mundo en general, es el dinero. Miles de personas se mueven cada día de un lado a otro, ceden todo su tiempo y sus acciones al maldito dinero. Y es que al final mueve el mundo. Y para mí eso es injusto, es realmente injusto.
Probablemente haya personas dotadas de especialidad para hacer algo, que de verdad les gusta, y que de verdad sirven para hacerlo. Que tienen una gran capacidad para hacer una actividad, y sin embargo, no tienen estudios porque puede que lo que tienen que estudiar para llegar ahí, no les gusta o no se le dé bien. O  simplemente, porque no tienen suficciente dinero para pagárselo.
Sin embargo, muchas personas tienen la oportunidad de poder dedicarse a ello, porque ellos sí tienen estudios o poseen suficiente pasta para pagárselos. Es absurdo, y siempre me lo parecerá. Cada uno es libre de poder hacer lo que quiera en este mundo, de poder demostrar a todos lo que realmente vale, pero muchas puertas para estas personas que de verdad quieren dedicarse a algo y no pueden, están cerradas.
El mundo gira en torno a la satisfacción de los superiores, políticos y esas mierdas. Estoy segura de que muchas personas que ahora están limpiando casas, o pasando productos de un supermercado a través de una cinta negra que no para de girar infinitamente, hora tras hora a lo largo del día, tienen mucha más capacidad y valen mucho más que cualquier otra que haya llegado a donde está por unos simples billetes o conocimientos.

miércoles, 22 de mayo de 2013

"Fuiste el capítulo más interesante y a la vez más corto de mi historia".
Yo  no necesito a nadie. Desde pequeña he aprendido a valerme por mí sola, no necesito escuchar los comentarios de la gente sobre mi persona, no necesito que nadie se interponga en mi vida, he aprendido a ser autosuficiente y fuerte, a que no me afecte ninguna de sus sucias palabras, palabras que solo están creadas para hacer daño. Para hacer sufrir. Para intentar dañar los sentimientos. Yo no necesito a todas esas personas de ahí a fuera. Con tenerme a mí misma me basta, no necesito a nadie más. En el fondo nadie se va a quedar a mi lado para siempre, solo yo. Yo y solo yo. Nadie más. Aprender a vivir sin estar pendiente de los que me rodean, toda esa gente falsa de ahí a fuera. ¿Qué buscan? Si buscan hacerme daño, si buscan que me altere por sus comentarios llenos de dolor y rabia, que no cuenten conmigo.
Me basto, no sé si lo suficiente, conmigo misma. He aprendido a conjugar mi vida independientemente de todos ellos. Prefiero que nada ni nadie me moleste, estar sola. Solo permitiré a unas pocas personas que puedan interferir. Los demás no tienen derecho a meterse en mi ciclo vital. Solo lo tendrán las personas que verdaderamente me parezcan que merecen la pena, pocas, muy pocas. Y ellas saben de sobra quienes son. Gracias a los que me apoyáis y a los que no, un placer haber coincidido en esta vida.
"Deberías ser besada más a menudo y por alguien que sepa como hacerlo".
"Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos, o los dos querramos dejarlo todo, pero también te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí".