miércoles, 5 de diciembre de 2012

Es como si todo el  mundo estuviera distante. Miles de personas a tu alrededor, pero a la vez ninguna. Cada uno sigue su camino, todos quieren llegar a la meta. Todos quieren pasar a la historia. Nadie se para y mira alrededor, todas esos pequeños detalles del día a día que nos perdemos. Por miles de razones, nos las perdemos. Y a veces es lo más bonito y lo más especial que tiene esta vida. Hemos aprendido a ser lo que no somos. Hemos entendido la vida, simplemente, como un concurso. Nos matamos por triunfar, por conseguir un premio. Vemos la vida como una competición, cuando en realidad debería ser simplemente diversión.